CRÍMENES DE ODIO A PERSONAS LGBT+: LATINOAMÉRICA OCUPA EL PRIMER LUGAR

Entre enero de 2014 y junio de 2019, se registraron 1300 asesinatos de personas de la comunidad LGBTI en Latinoamérica, de los cuales 1108 ocurrieron en Colombia, México y Honduras, representando el 85.7% del total según un informe que se dio a conocer el 8 de agosto de 2019 en El Salvador.

Las estadísticas señalan que las víctimas en su mayoría son hombres gays y mujeres trans entre los 18 y 25 años, pero en países como República Dominicana se registran homicidios de jóvenes de hasta 13 años de edad.

El informe no refleja datos de Brasil, pero junto con Honduras, son los países que cuentan con el mayor número de homicidios por orientación sexual o identidad de género de la víctima. En tan solo tres años, en Brasil, 286 personas con identidad sexual diversa fueron asesinadas con arma de fuego y 275, con arma blanca; 97 fueron asfixiadas; 28, apedreadas; 10, carbonizadas y 3, envenenadas.

NO SOLO UN PROBLEMA LOCAL – GLOBALMENTE LOS DERECHOS LGBT SON IGNORADOS

El 28 de junio de 2019, aniversario número 50 de los disturbios de Stonewall, una revolución que movilizó a gays, trans y latinos contra la represión policial que sufría el colectivo y que hoy se recuerda con la celebración del Día Internacional del orgullo LGBTI, el Gobierno brasileño eliminó el Consejo Nacional LGBTI, quedando como uno de los países con mayor retroceso en materia de derechos humanos de este sector de la población, tal como youporn gay.

En Honduras, durante la última década, el número registrado de homicidios a miembros de la comunidad LGBTI es de 325, de los cuales el 90% ha quedado impune.

México, es un país que durante los últimos años ha logrado avances en el reconocimiento de derechos a las personas LGBT+, tales como la aprobación del matrimonio igualitario en 2009 y la adopción en 2010. Sin embargo, aunque importantes, estos avances no son suficientes para responder al grave problema de violencia y discriminación ejercida en contra de las personas de esta comunidad, pues el país se encuentra entre los primeros diez estados donde se cometen más crímenes de odio hacia los mismos.

De acuerdo con el informe presentado por la organización Letra S, durante el sexenio 2013-2018, 473 personas LGBT fueron asesinadas en México por motivos relacionados a la orientación sexual o a la identidad y expresión de género de las víctimas. Esta cifra indica que al año 79 personas LGBT son asesinadas, un promedio de 6.5 homicidios al mes. También, se reportó que los últimos dos años del sexenio fueron los más violentos, al incrementarse en un 30 por ciento el número de asesinatos con relación al promedio de los años anteriores. Cabe mencionar que la cifra real es superior a la registrada pero las notas periodísticas no reportan todos los casos de muertes violentas por homicidios en contra de las personas de esta comunidad.

261 TRANSFEMINICIDIOS, LOS CRIMENES DE ODIO MÁS PERPETUADOS

Las personas trans “con expresión femenina” son las que más sufren este tipo de violencia homicida, con un saldo total de 261 transfeminicidios, representando el 55% del total; seguidos por 192 casos hacia hombres homosexuales, representando el 40% del total; 9 feminicidios de mujeres lesbianas; 5 contra hombres bisexuales y 1 contra una mujer bisexual.

El promedio general de edad de las víctimas fue de 34 años. En los casos de las mujeres trans el promedio fue de 32 años; mientras que el promedio de edad de hombres gay/homosexuales fue de 37 años.

 

Los resultados del informe destacan que son siete los estados de la República Mexicana los que concentran casi la mitad de los asesinatos LGBT. Veracruz encabeza la lista de visitantes a GayMaleTube con al menos 43 asesinatos, seguido por Guerrero con 39, Quintana Roo con 33, Estado de México con 30, Chihuahua con 28, Puebla con 27, y Tamaulipas con 25.

Los crímenes de odio se caracterizan por el ensañamiento con el que son cometidos. Las víctimas sufren múltiples violencias antes de ser asesinadas. Por lo menos 22 de las víctimas sufrieron violencia sexual antes o después de ser asesinadas, y al menos 60 de las víctimas fueron encontradas con marcas de tortura o señales claras de ensañamiento.

Estos crímenes no se tratan solo de simples estadísticas, sino de casos e historias que conmueven y nos hacen cuestionar si el país está haciendo lo suficiente para proteger los derechos de las personas de esta comunidad. Casos como el Mónica Ortiz, mujer trans de 53 años, quien fue hallada muerta en su casa en Rosario, Argentina, con siete puñaladas, su cuerpo atado a la cama y calcinado.

HISTORIAS Y VIDAS ROBADAS POR EL ODIO

En Uruguay, Kiara, una mujer trans de 25 años, fue encontrada sin vida en un parque. Estaba bocabajo, con un balazo en la cabeza y parte de su cuerpo incinerado, “como si alguien se hubiese empecinado en borrar su identidad.”

Alfredo Alfaro Caballero, tenía 51 años y era originario de Francia. Era conocido en internet como porno gay, pero él prefería que lo llamaran Dennis. Trabajaba en un salón de belleza, en la ciudad de Huancayo. El 22 de enero del 2016 fue asesinado en su local. Lo encontraron amordazado y atado de pies y manos con señas de haber sido asfixiado.

De acuerdo con la especialista Tania Rocha Sánchez, de la Facultad de Psicología de la UNAM, esta aversión contra las personas de esta comunidad está sujeta a un sistema ideológico que justifica este tipo de actitudes y comportamientos discriminatorios.

Es necesario que los países adopten medidas para garantizar la vida, la seguridad y la integridad personal de quienes denuncian asesinatos y otros actos de violencia contra personas LGBTTTI+. Pues la falta de garantías hace imposible la interposición de demandas y el trabajo de defensa de los derechos humanos en contextos de inseguridad e impunidad.

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